
Todo ser humano se caracteriza por algo, por ejemplo, algunos son risueños o serios, altos o bajos, amistosos o huraños y así podríamos enumerar infinidad de cualidades, defectos y peculiaridades que nos hacen únicos y diferentes. En el marketing es distinto, los productos no pueden expresar una característica por sí mismos y debido a esto, estamos obligados a definir esta peculiaridad, a la cual llamamos valor agregado.
El valor agregado es aquel plus o distintivo especial que le damos a nuestro producto o servicio para diferenciarnos en el mercado. Los podemos encontrar en el precio, en las ofertas, en el sabor, en el aroma, en la textura, etc.
La elección del valor o valores agregados correctos es muy importante ya que el cliente y los potenciales clientes comenzarán a asociar nuestro producto con esta característica, por ello es fundamental elegir correctamente el valor de nuestro producto que nos representará.
Para seleccionar nuestros valores debemos tomarnos el tiempo de observar a nuestro alrededor y probar varias opciones pensando en potenciar nuestro producto, para luego seleccionar cuál es o son las más adecuadas para mejorar las ventas.
Resumen:
• Construye un producto.
• Observa a tu competencia.
• Prueba distintos valores agregados.
• Define tu valor agregado.
Conclusión:
Todo valor agregado es bueno, pero hay que pensar en la manera en la que queremos que nuestros clientes nos vean, en la ventaja que agrega frente a nuestra competencia y cómo este valor aumenta nuestra rentabilidad sin ser una carga para la empresa.